Los problemas de aprendizaje son problemas frecuentes y suelen desembocar en baja autoestima y baja motivación por parte del niño. Estos problemas pueden ser consecuencia de un trastorno del neurodesarrollo o de una dificultad en el desarrollo de sus funciones cognitivas.
Es importante detectar el problema, así como sus potencialidades, para conseguir la mejor adaptación posible.
En general, no se relacionan con la inteligencia. Son causados por diferencias en la estructura del cerebro y afectan la forma en que el cerebro procesa la información.
Algunos niños tienen problemas de aprendizaje durante mucho tiempo antes de que se los diagnostiquen. Estos niños pueden tener tantas dificultades en la escuela que su autoestima y sus ganas de aprender disminuyen.
Un problema de aprendizaje ocurre cuando el cerebro capta información y la procesa de una manera anormal, lo que impide que una persona aprenda una habilidad y la use bien. Las personas con trastornos del aprendizaje en general tienen una inteligencia promedio o por encima del promedio.
Como resultado, hay una brecha entre las habilidades esperadas, basadas en la edad y la inteligencia, y el rendimiento escolar.
A la vez, afecta a las demás áreas de la vida del niño, puesto que esa seguridad y autoestima baja, se verán reflejadas en las áreas social, emocional, etc.
La terapia basada en el desarrollo del niño desde el momento del nacimiento, así como en tratamiento de los síntomas cognitivos, emocionales y neurológicos, ayudaran a la persona a conseguir el equilibrio deseado.